En el mes de la mujer, El Cuco quiere mostrar quiénes son y qué hacen nuestras mujeres del Valle.
Por Paula Hinojosa
Elizabeth Giaquinta, 37 años, forma parte de la familia empresaria que lleva adelante una de las bodegas más antigua de la zona. Es docente, ama de casa, madre de dos hijos, esposa y mujer.
Desde chica aprendió el trabajo de la bodega junto a su padre, y se formó de acuerdo a la función que quería tener dentro del emprendimiento. Es Licenciada en Relaciones Humanas y Públicas, y dentro de la empresa familiar cumple una función determinante en el desarrollo de servicios turísticos y en la comunicación interna y corporativa de la misma. Sin embargo, con el pasar del tiempo fue dedicándole más tiempo a la docencia, para ella una pasión. Hace cinco años que es Jefa de Extensión en el Instituto de Educación Superior de Tupungato, y allí mismo se especializó en Tecnologías de la información y la Comunicación.
Decidimos entrevistarla como mujer, como madre, y como profesional que tiene grandes y distintas responsabilidades. Queríamos saber cómo hace, algo que nos preguntamos muchas mujeres a la hora de organizar nuestro tiempo, capacitarnos, ser trabajadoras, ocuparnos de nuestro hogar, ser madres, y sentirnos mujer. ¿Cómo se hace Eli? Dame la fórmula le dije…
“Las mujeres, personalmente, queremos realizarnos. Y la mujer generalmente busca realizarse como madre, pero también laboralmente, profesionalmente. Esto último es muy importante para la mujer, más cuando se ha preparado para ello”. El mayor inconveniente, según Eli, se presenta primeramente cuando se es muy exigente con uno mismo, “y querés que salga todo perfecto, lo mejor posible”, para ello aprender a organizarse resulta indispensable, pero reconoce que su mayor dificultad es el tiempo.
“Lo más importante primero es saber mirarse a uno misma. Saber qué es lo que te hace feliz verdaderamente, preguntarme ¿qué quiero? Pero además creo que imprimirle mucha pasión a las tareas que una realiza es indispensable, es muy importante el compromiso con el trabajo y la profesión, por ello intentar hacer lo que te gusta, con pasión, ganas, y constancia, es la primer clave. Siempre fui en búsqueda de lo que creía que la valía la pena”.
Continuamos charlando, poniendo en común lo cotidiano de la femineidad, y habiendo diferencias enormes de historia de vida, comprendí que nuestras obligaciones y nuestros sueños eran muy parecidos. Porque éramos mujeres, que queríamos principalmente ser buenas madres, pero a la vez construir socialmente. “La mujer ha alcanzado un gran posicionamiento en la sociedad, y por lo tanto es muy importante creer en sí misma, tener confianza, y por supuesto prepararte y capacitarte para, por lo menos, ir manteniendo lo logrado. La vida es un aprendizaje constante, por ello las mujeres debemos caracterizarnos por ser hábiles para aprender de los errores. Pero no debemos perder de vista nuestra trascendental función dentro de la sociedad, somos madres, somos educadoras, y esa educación que le damos cotidianamente a nuestros niños (hijos, sobrinos, nietos) se traslada a la comunidad”.
¿Y si no podemos darle el tiempo necesario?
“Entonces que el tiempo compartido sea con calidad. Es muy difícil equilibrar el rol de madre, esposa y trabajadora, sin descuidar ninguno de los tres. Muy difícil. Sin embargo yo priorizo mis hijos, y trato de estar organizada, distribuyendo los horarios de trabajo y responsabilidades. Las mujeres debemos aprender a organizarnos.”
¿Te queda algo pendiente?
“Por supuesto, siempre quedan cosas pendientes. Lo bueno es parar y mirar para continuar. Siempre mirar. Y creo que algo en que tengo que mejorar, y muy importante para hacer, es en refuncionalizar mis tiempos. Además, desde mi actividad laboral, me gustaría hacer un mayor aporte a la empresa”.
¿Me decís algún sueño realizado?
“Mi trabajo en la educación ha sido muy enriquecedor, no sólo porque para mí representa una pasión, sino que es muy lindo sentirse parte de un grupo y cumplir un rol. Gracias a ello, y con un gran equipo, escribimos un libro. Hicimos investigaciones, un gran trabajo de campo, y finalmente logramos editarlo. Fue un sueño cumplido”.
Un comentario
Sin querer ya que navego internet muy pocas veces y menos estos ultimos tiempos. Sin embargo me lleno de emocion al ver esta nota , hecha por paula Hinojosa a Elizabeth Giaquinta , ya que en ella aparece una fotografia en la cava y en ella como fondo aparece una obra realizada por mi hace un tiempo ya y que hice llegar a los dueños de la Bodega , como regalo y por las atenciones que tuvo la ciudad de Tupungato durante mis varias visitas al valle de Uco.
Dicha talla realizada en madera en dos secciones una superior y otra inferior de una sola pieza cada una replican el logo de la empresa y al verla mi alma se colmo de alegria , Es como ver un hijo , ya crecido , cada pieza que vuelvo a ver me llena los ojos de lagrimas , me hacen muy feliz.
Pronto y para festejar mi cumpleaños pasare unos dias para principios de Diciembre recorriendo los caminos y por supuesto os visitare
Un Abrazo
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