Un administrativo fue formalizado en el expediente durante la jornada de ayer. Hoy el juez definirá si los acusados recuperan su libertad.
Mientras la Justicia analiza el expediente por el millonario robo al anexo del Casino de Mendoza en el departamento de Tupungato, donde este viernes se definirán si cinco imputados recuperan su libertad, la causa sumó un nuevo detenido en el transcurso del jueves.
Un empleado de mantenimiento del establecimiento fue capturado por orden de juez de instrucción que lidera el caso, Oscar Balmes. Al igual que el resto de los sospechosos, el hombre fue imputado por el delito de peculado –prevé de 2 a 10 años de prisión- en calidad de partícipe primario.
Los investigadores del caso sostienen que una vez consumado el robo este hombre enchufó el UPS, un sistema que consiste en una fuente de energía auxiliar para el lugar en caso de cortarse la electricidad. Al mismo tiempo, activó la térmica de la cual dependen el reloj que registra el ingreso/egreso de empleados, las cámaras de seguridad y hasta los monitores. Luego le avisó a uno de los empleados de la empresa de seguridad privada Betec, quien está imputado, sobre esta situación.
Por otro lado, fuentes judiciales ligadas al caso también mencionaron que existe un malestar en el entorno del tesorero del casino detenido porque, tal como sostiene su defensa, no era la única persona que estaba al tanto de la clave de seguridad que abría la bóveda. Incluso indicaron que las mismas cámaras de seguridad filmaban el teclado numérico, por lo que cualquier persona podría haber estado al tanto de la contraseña.
Se espera que este viernes continúe la audiencia oral que comenzó el miércoles pasado, donde el juez Balmes decidirá sobre los recupero de libertad que plantearon los cinco primeros imputados que tuvo el expediente. En caso de negarse, el magistrado podría inclusive dictar la prisión preventiva, aunque tiene plazo hasta el 20 de abril para definir ese aspecto.
Más de 3 millones
La Justicia confirmó el monto total del hurto en $3.002.800. El dinero fue sustraído sin ejercer fuerza física tanto en personas como en elementos durante la madrugada del 29 de marzo pasado, cuando el casino se encontraba cerrado al público.
Los malvivientes abrieron con llave la puerta de la tesorería, colocaron la clave de seguridad en la bóveda y se llevaron la recaudación de la semana. También cortaron la grabación de las cámaras de seguridad para lograr el cometido. Días después fueron detenidos e imputados el tesorero de la sucursal, dos empleados de la empresa de seguridad privada, un policía que cumplía servicios extraordinarios y un empleado administrativo.
Fuente: Diario UNO