Comenzó la primera audiencia en el caso que tiene cinco imputados por sustraer casi 3 millones de pesos. Declararon dos testigos y uno de los sospechosos.
La Justicia del Valle de Uco comenzó a definir la situación procesal de los cinco acusados de participar en el hurto de casi 3 millones de pesos a la sucursal del Casino de Mendoza ubicada en el departamento de Tupungato.
Este miércoles se realizó la primera audiencia con el juez de instrucción Oscar Balmes –al no haber jueces de Garantías en esa Circunscripción Judicial actúa el mismo que investiga el caso-. Dos personas prestaron su declaración testimonial y dejaron en evidencia distintos puntos de la investigación.
Se presentó el gerente de la empresa Betec, la cual está encargada de la seguridad del lugar –dos de sus empleados están detenidos- y cuyo accionista es el presidente de Boca Daniel Angelici. También lo hizo el jefe de ese anexo del Casino de Mendoza, quien incluso estuvo presente durante las horas que se cometió el millonario robo.
Fuentes judiciales indicaron que, entre los puntos más importantes, trascendió la vulnerabilidad que tenía el sistema de seguridad del establecimiento. Entre otros factores, los testimonios dejaron en claro que la clave de la bóveda la tenían varias personas y que la cerradura de la caja de seguridad estaba rota.
Los abogados defensores de todos los imputados pidieron el recupero de libertad de sus defendidos. Por ejemplo, el letrado Guillermo Yornet, representante del tesorero de la sucursal, manifestó en la previa a la audiencia que «este caldo huele a mucho perejil pero falta la papa», en referencia a la inocencia de su cliente.
Uno de los imputados que trabajan en la empresa de seguridad declaró ante el juez aunque no aportó información relevante. El hombre describió cómo era la rutina de su trabajo y aseguró no haber visto movimientos extraños en el ingreso y salida del casino.
La audiencia para la prisión preventiva continuará el próximo viernes.
Sin tocar nada
Fue curiosa la sustracción de los aproximadamente 2.900.000 de pesos porque no hubo violencia contra personas ni contra elementos. Entre las 4 y las 10 del 29 de marzo pasado ocurrió el millonario robo, cuando el Casino de Mendoza ubicado en Tupungato había cerrado sus puertas al público. Las cámaras de seguridad fueron desconectadas y nadie vio movimientos raros.
Dos empleados de seguridad, un administrativo, el tesorero y un policía que cumplía servicios extraordinarios fueron detenidos e imputados por el delito de peculado, que prevé de 2 a 10 años de prisión.
Fuente: Diario Uno, por Sebastian Salas