Después de la operación se alimentaba solo por sonda. Le explotó un petardo en el hocico en marzo durante una protesta de municipales.
A casi 20 días del accidente que casi le cuesta la vida, Tiger se recupera y ya come pequeñas cantidades de alimento por sus propios medios.
El 16 de marzo el perro callejero pasó cerca del cruce de San Martín y Peltier de Ciudad mientras un grupo de municipales protestaban y uno de los petardos le explotó en el hocico.
Tiger es uno de los canes que cuida un grupo de voluntarios que se autodenominan “Los perros de la Plaza Independencia” por lo que tiene un collar y una chapa con su nombre y un teléfono para comunicarse.
Una de las empleadas de la Fiscalía de Estado que presenció el aberrante hecho llevó a Tiger a la veterinaria Arrayanes y los voluntarios (que recibieron donaciones de muchas personas) se hicieron cargo de los gastos.
Al principio los veterinarios lo estabilizaron y lo revisaron. Tiger estaba grave, tenía lesiones profundas en los tejidos blandos (mejillas, labios y lengua) y fractura de mándibula. Casi a la semana recién pudieron operarlo. La cirugía duró 5 horas y fue exitosa.
Tiger es un perro viejo, que casi no tiene dientes. La recuperación es muy lenta, aunque cuando el mismo día que salió del quirófano caminó por el patio de la veterinaria de Godoy Cruz no comió por sus propios medios hasta hoy. De todas formas el perro sigue alimentándose por sonda y está muy delgado.
Fuente: Los Andes