El Cuco Rock* está de vuelta, de la mano de su originador, Carlos Escobar. En esta ocasión nos presenta “Minuto de agonía”, una banda que hace sus pasos en la región, prontos a grabar su primer material.
Entrevista a “Minuto de agonía”
Por Carlos Escobar
Minuto de agonía está integrado por: Kevin Alan Torres en la batería, Lea Pintos en el bajo, Gabriel Albarracín en la voz y Federico Rodríguez en la guitarra.
La idea de llamar “Minuto de agonía” a la banda, surge viendo una película referida a la guerra de las Malvinas, en donde se podían ver escenas de los soldados argentinos, agonizando a punto de morir.
“Tratamos de ponernos en la piel de esos hombres, e imaginarnos que cosas se les pasaban por la cabeza en sus últimos minutos, cuando saben que van a morir. Recuerdos buenos, malos, la familia, por qué estaban ahí, haciendo qué? Y eso realmente nos conmueve”.
La banda se define musicalmente, con un estilo Metal Core, pero están abiertos a otras influencias dentro del metal pesado. “En cada canción, tratamos de variar y no centrarnos solo en ese estilo, si nos escuchan se darán cuenta que abarcamos estilos Hard Core, Trash Metal, Death Metal influenciados por bandas un poco “modernas” como Slipknot, As i lay dying, pero también de la clásica y explosiva Judas Priest” explican los protagonistas.
Con un repertorio de 4 temas propios en música y letras, (Recuerdos del silencio, Agonía, Miradas, Libertad) Minuto de agonía, rescata de entre sus composiciones, la canción “Recuerdos del silencio” que habla sobre la guerra de Malvinas y el sufrimiento de los solados argentinos. “Estos chicos, convertidos en soldados, sufrieron mucho en la guerra, prácticamente nuestro gobierno los llevó engañados a una masacre, algo inútil, la guerra no soluciona nada”.
Con esta reflexión, queda en claro que sus letras no están hechas al azar, sino que tienen una intencionalidad bien definida, en este caso la guerra y la política, pero también pueden hablar de experiencias personales, sentimientos, ideas, la vida y la muerte.
En dos años de trayectoria, la banda ha pisado varios escenarios del Valle de Uco, entre Tunuyásn y San Carlos, repartidos entre toques oficiales y fiestas entre amigos y cumpleaños.
En sus distintas presentaciones, han experimentado varias facetas del público; están los que se quedan admirados y les gusta la técnica utilizada en los instrumentos, y los que se espantan por los gritos guturales de la voz y manifiestan su desprecio.
“No podemos ir y tocar en el casino por ejemplo, hacemos un estilo de metal pesado, y muchas veces se nos complica, y si a eso le sumamos que no es música comercial, entonces la tenemos bien complicada, pero es un desafío que hemos aceptado y nos gusta que así sea.”
La realidad de las bandas y las oportunidades de tocar son escasas en estos lados, no son muchos los lugares comerciales que brindan el espacio, y quienes lo hacen se convierten rápidamente en lugares de culto para los músicos locales. Es por eso que “Minuto de agonía”, al igual que muchas otras bandas, recurren a la auto gestión, creando un vínculo entre distintos grupos, para fomentarse y crear espacios en donde la música pueda ser escuchada.
La banda pretende para un futuro inmediato, seguir tocando, mejorar las composiciones y lograr grabar su material: “no es fácil, pero por algo estamos acá haciendo esto, una banda requiere compromiso, respeto y responsabilidad, y la opinión de todos sus integrantes para que logre perdurar en el tiempo”.
La historia de la banda
La banda se formó en 2015, cuando Fede (estudiante del Profesorado de música) logró armar un grupo que respondiera a la idea que él ya venía imaginando desde hacía algunos meses. “Yo tenía todo listo, los riffs de la guitarra, las voces y las bases de batería y bajo, necesitaba a alguien que me acompañara” afirma Federico Rodríguez, el iniciador del grupo.
Es así como se encuentran en una sala de ensayo Fede, Kevin Torres, (batería) y Julio Poblete (voz) que ya venían forjando una amistad de muchos años. Ese fue el principio de “Minuto de agonía”, un trío de batería, guitarra y voz. “No conseguíamos bajista, fue lo más complicado de una formación, pero mientras, fuimos produciendo y arreglando temas” afirman los protagonistas.
Luego de unos meses de ensayo, apareció Gonzalo en el bajo y así se completó la formación, algo que les daría la oportunidad de hacer el primer toque, en “Maravillosa Música”, como banda soporte de las que participaban.
Cuando todo parecía marchar bien, Kevin tuvo que dejar la banda, para dedicarse a su hija y a su trabajo, quedando nuevamente como trío, esta vez sin batería. En un promedio corto de tiempo, Gonzalo en el bajo, deja la banda también por cuestiones laborales, quedando aún más frágil la existencia del grupo.
A todo esto, Fede y Julio no se rindieron, y seguían trabajando, con ayuda de la tecnología. Podían grabar diferentes bases de instrumentos en la computadora y después mezclarlas y ver los resultados de las canciones, tarea que simplificaría mucho más la llegada de cualquier nuevo integrante.
Solamente con guitarra y voz, Fede y Julio se vieron en la necesidad de buscar a nuevos integrantes, empezando por un baterista. “Probamos a muchos, cuatro bateristas, pero ninguno nos conformaba, no podían adaptarse al estilo de la banda, y el uso del pedal doble masa, les complicaba mucho, por eso no se quedaron…Todos se vuelven locos por encontrar un baterista y nosotros nos habíamos dado el lujo de decirle que no a cuatro” (afirman entre risas).
Finalmente y por esas cosas del azar, luego de buscar nuevos integrantes, los ex de la banda vuelven, Kevin en la batería y Gonzalo en el bajo. Kevin siguió firme en su ritmo, pero Gonzalo se marchó nuevamente un tiempo después.
Pasado un año en que “Minuto de agonía” vio la luz, surgieron algunos toques en los que tuvieron participación, aun sin una formación estable, al menos en el bajo, pero decidieron seguir adelante en la búsqueda.
Es así que se encuentran con Lea Pintos, un viejo conocido del rock local, que ya cuenta con mucha experiencia en varios grupos: “el Leo vino, escuchó y vio como estaba la banda, y se integró ahí nomás, le gustó mucho la banda y lo demuestra en cada ensayo y en cada toque”.
Julio en la voz, Fede en la guitarra, Kevin en la batería y Leo en el bajo, prometían estabilidad grupal y musical, pero como lo bueno dura poco, Julio se va, dejando vacío el lugar de la voz. En los ensayos, Fede toma la voz, al menos para tener una guía y hacer los ensayos más completos.
Tras una búsqueda de un nuevo cantante y tras haber probado a varios, surge la posibilidad de que uno de ellos sea elegido, por su estilo y técnica (gutural). Así Gabriel Albarracín se transforma en el nuevo cantante, demostrando que puede estar a la altura de las circunstancias. Mientras el tiempo y las oportunidades lo permitan, la banda seguirá como un cuarteto estable, que quiere abrirse camino como unac prometedora banda de Metal Core de la escena local.
*El Cuco Rock también tiene su programa de radio. Se emite los días viernes de 20 a 21 horas, por la Radio de El Cuco Digital. Si te perdiste los primeros programas, podés escucharlos en www.elcucoradio.com