El evento se realizará el viernes a las 21.30 en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Tunuyán donde el Instituto Profesorado de Arte (IPA) de San Rafael, General Alvear y Eugenio bustos representarán , a través de coro, orquesta y solistas, una obra sinfónica-coral.
El IPA llega al Valle de Uco luego que haber realizado varios conciertos en General Alvear y San Rafael: “Una vez por año o año por medio hacemos una obra de coral grande. Hace dos años interpretamos la novena de Bethoveen y ahora nos toca Réquiem” expresó Ezequiel Costana, alumno de la carrera.
La entrada es una contribución voluntaria a beneficio del profesorado de música de Eugenio Bustos.
El Réquiem de Mozart
La Misa de Réquiem es una obra de Wolfgang Amadeus Mozart basada en los textos latinos para el réquiem, es decir, el acto litúrgico católico celebrado tras el fallecimiento de una persona; se trata de la decimonovena y última misa escrita por Mozart. La obra quedó inclusa, pues murió en 1791, antes de terminarla cuando había completado 7 de las 12 partes. El resto fue terminado a partir de los esbozos y fragmentos de Süsmayer y Eybler, dos alumnos de composición de Mozart, bajo la supervisión de su esposa, la cantante Constance Weber.
En julio de 1791 Mozart recibió de forma anónima el encargo del conde Walsegg-Stuppach, músico aficionado cuya esposa había fallecido. El viudo deseaba que Mozart compusiese la misa de réquiem para los funerales de su mujer, pero quería hacer creer a los demás que la obra era suya y por eso permanecía en el anonimato.
El estreno del «Requiem composto del Conte Walsegg» se celebró bajo la dirección de su supuesto autor el 14 de diciembre de 1793 en la Wiener Neustadt. El confuso estado de las fuentes y la perplejidad respecto de la autenticidad del Réquiem condujeron en 1826-27 a la disputa sobre su autenticidad, originada por Gottfried Weber (1779-1839) y encauzada por él por los derroteros adecuados, que sólo concluyó con la aparición de las partes manuscritas originales en 1838.
El Réquiem de Mozart El Réquiem fue compuesto para orquesta sinfónica, coro y voces solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), y ha sido canto de despedida de numerosas celebridades de la música como Haydn, Beethoven y Chopin.