Los gobernadores de Mendoza, Alfredo Cornejo, y de San Juan, Sergio Uñac, decidieron impulsar un paquete de medidas para incrementar la carga impositiva a los vinos importados de Chile.
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) hasta el momento han ingresado unos 400.000 litros de caldos del país trasandino gestionados por el grupo RPB, unos de los grandes fraccionadores, pero se habla de operaciones por hasta 10 millones de litros.
Teniendo en cuenta que ninguno de los dos gobiernos puede prohibir la importación de vinos, porque está fuera de sus atribuciones, en lo que están trabajando es en aplicar medidas impositivas para grabar a las bodegas que utilicen caldos chilenos.
“Con el gobernador Cornejo hemos decidido llevar adelante una serie de acciones para defender el precio del vino”, dijo desde Canadá Uñac.
Por el momento en San Juan se están evaluando dos acciones: una es aplicar el impuesto a los Ingresos Brutos a las bodegas que utilicen caldos chilenos para fraccionar vinos en el mercado local y la otra opción es quitarles a los establecimientos que importen caldos el beneficio de la ley de fraccionamiento de vinos en origen.
En cuanto a Mendoza está en discusión la aplicación de medidas impositivas para gravar a las fraccionadores que utilicen caldos chilenos. El diputado radical Ricardo Mansur, uno de los impulsores del castigo a las bodegas que traigan vinos de afuera, explicó que la intención es incrementar el gravamen, todavía no se define a cuánto, del impuesto a los Ingresos Brutos sobre el fraccionamiento de vinos, que actualmente es del 4%. La otra acción es también aumentar el tributo sobre las ventas de vinos y su distribución, que también es del 4%.
Fuente: El sol online