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11 años de la desaparición de Marita Verón

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Familiares y amigos de Marita Verón, la joven que desapareció hace 11 años, continúan con la búsqueda que comenzó el 3 de abril de 2002, día en el que fue secuestrada.

Además, la comisión de Juicio Político de la Legislatura decidirá el futuro de los jueces que absolvieron a los 13 imputados en el juicio.

«Estoy muy triste porque pasaron 11 años y Marita no aparece, pero reitero que que a mí no me van a parar hasta encontrar a mi hija», sostuvo Susana Trimarco sobre esta fecha que marcó definitivamente su vida.

Durante todo el tiempo transcurrido, Trimarco no cesó en la búsqueda pese a encontrar numerosos obstáculos y hasta sufrió la decepción de ver como fueron absueltos los 13 imputados del juicio realizado por la desaparición de Marita.

Dos de los tres jueces que integraron el tribunal que llevó adelante ese proceso, Alberto Piedrabuena y Eduardo Romero Lascano, serán acusados hoy por la comisión de Juicio Político para luego ser sometidos al Jury de Enjuiciamiento, que analizará la destitución de ambos.

El otro integrante del tribunal, Emilio Herrera Molina, fue excluido del proceso legislativo a raíz de una cautelar en su favor dictada por la sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo.

El magistrado, a través de sus abogados Arnaldo Ahumada y Roberto Toledo, logró que la Justicia le ordene al Poder Ejecutivo que revea el rechazo al pedido de renuncia del camarista debido a su delicado estado de salud ya que padece una enfermedad oncológica.

Los integrantes de la Sala II de la Cámara Penal fueron denunciados por Trimarco luego del polémico falló que absolvió a los 13 imputados en el juicio por la desaparición de Marita que se desarrolló el año pasado y duró más de 10 meses.

El juicio fue la culminación de una larga lucha de Trimarco para poner en el banquillo de los acusados a 13 personas que, de una forma u otra, habrían estado vinculadas con el secuestro de su hija, a la que obligaron a ejercer la prostitución.

Una de las imputadas, Irma Medina, falleció hace algunas semanas a raíz de un afección cardíaca que sufrió mientras estaba detenida en La Rioja, acusada de otros delitos.

«Yo cocino cuando vuelva», fueron las últimas palabras que Trimarco escuchó de su hija el 3 de abril de 2002.

La joven le dio un beso y salió de la casa rumbo a la Maternidad para realizarse una serie de estudios ginecológicos.

A metros de su casa, según testigos, fue interceptada por un automóvil, la subieron por la fuerza y desde ese momento no se supo más de ella.

Desde ese día, la lucha incansable de Trimarco permitió sacar a la luz toda una red dedicada al tráfico de mujeres para forzarlas a la prostitución.

Trimarco removió cielo y tierra para encontrar a su hija y aunque tanto esfuerzo no tuvo los frutos esperados, fue clave para mostrar como se manejan las organizaciones que se dedican a la trata de personas.

Durante su búsqueda creó la fundación «María de los Angeles», la primera organización del país contra la trata de mujeres y nenas víctimas de explotación sexual, que liberó a centenares de personas.

Fuente: Télam