Construir hábitos que sean beneficiosos para tu salud física y mental te va a permitir disfrutar plenamente de la vida.
1-Hacer ejercicios físicos
Llevar adelante una adecuada rutina de ejercicios es una práctica esencial para alcanzar un buen estado de salud, así lo asegura la Enciclopedia Médica de Estados Unidos.
La alimentación es otro de los factores claves. Evitar ciertos hábitos como el fumar por ejemplo, son indispensables para complementar un buen estilo de vida.
Actualmente el deporte ya no está concebido como una práctica de competencia o como una actividad exclusiva para las personas que tienen afinidad por la actividad física.
Una publicación española, e uno estudios social patrocinado por un conocido banco lo explica con gran detalle.
En cualquier caso el ejercicio debe estar adaptado a la edad de la persona y a sus condiciones físicas.
Si por ejemplo una persona sufre de artritis en una articulación del pie, posiblemente no es recomendable que practique deportes de alto impacto, pero podrá hacer natación sin problemas.
Caminar es una de las actividades más fáciles de adoptar. Todo lo que necesitas para una buena caminata es calzado deportivo adecuado.
Crear el hábito e incorporar la actividad física como una rutina en tu vida es fundamentalpara obtener sus beneficios.
Además de activar la circulación sanguínea, caminar o hacer otros ejercicios físicos contribuye a un buen estado del sistema óseo y muscular. El aparato respiratorio y cardiovascular también se ven favorecidos.
Además, está científicamente demostrado que la actividad física contribuye de manera significativa a un mayor equilibrio mental y disminución de ciertos trastornos. La ansiedad es uno de ellos, y es precisamente uno de los que más ha aumentado en los últimos años.
Un interesante estudio realizado en España, mostró que las personas que interrumpían su actividad física veían alterado su estado anímico.
2-Alimentarse correctamente
Sin dudas un factor fundamental para tener buena salud física es una correcta alimentación.
Llevar una dieta equilibrada es un aspecto clave; incluir alimentos de todos los grupos en cantidades adecuadas, evitando siempre los excesos.
Tomar mucha agua, el elemento básico de la vida, es una práctica alimentaria que puede ayudar a tener una vida saludable.
Tener una alimentación adecuada puede evitar una de las grandes epidemias mundiales de estos tiempos: la obesidad.
Esta enfermedad es mucho más frecuente de lo que se cree y afecta a personas de todas las edades.
Una estadística divulgada por la Organización Mundial de la Salud indicaba que en 2014, más de 1900 millones de personas mayores de 18 años tenían sobrepeso y entre ellas, 600 millones sufrían obesidad.
La alimentación saludable es un hábito que debería instalarse desde la niñez, pero siempre estamos a tiempo de rectificar.
Tener un consumo moderado de azúcares y carbohidratos, limitando al mínimo necesario el consumo de grasas, y mantener una variada ingesta de frutas y verduras es esencial.
Trata de no agregar sal ni aderezos, como la mayonesa o las salsas picantes, a las comidas. La mayoría de los alimentos ya contienen la cantidad de sal que nuestro cuerpo necesita.
En temas de alimentación, puede ser de gran utilidad consultar a un nutricionista.
Este profesional es quien puede determinar cuál es la dieta que mejor se adapta a tu estilo de vida y tus necesidades particulares.
Cada organismo es único y cada uno de nosotros tiene su propio metabolismo.
3-No consumir alcohol o llevar al mínimo su consumo
A la mayoría nos gusta tomar una copa de un buen vino o una cerveza fría de vez en cuando. Eso no está mal en la medida que sepamos dosificar el consumo.
La ingesta excesiva de alcohol puede dañar seriamente la salud y lamentablemente, sin embargo su consumo va en aumento.
En una de las Conferencias realizadas por el Ministerio de Salud de España, se plantean estadísticas del consumo de alcohol entre los jóvenes españoles. Las cifras son alarmantes y desafortunadamente cada año los jóvenes comienzan a beber a menor edad.
Los daños que causa el alcohol pueden ser irreversibles, de manera que lo mejor es tomar sólo un par de copas los fines de semana, si realmente no quieres dejar el alcohol por completo.
4-No fumar
El tabaquismo es otro de los hábitos que dañan la salud de manera significativa y suele ser difícil de dejar; la nicotina es una droga altamente adictiva.
Como tal, y además de los efectos dañinos para el sistema respiratorio, el tabaco quita libertad. Cuando un fumador no puede fumar, se siente irritable y ansioso y no puede disfrutar del momento.
Para comenzar, te recomiendo leer ciertos libros que explican bien cómo dejar de fumar. Si te lo tomas con seriedad y te esfuerzas lo lograrás.
5-No consumir drogas ni bebidas energizantes
En general todos conocemos los efectos nocivos de la heroína y cocaína por ejemplo. La adicción que generan es uno de los grandes peligros de la humanidad y quita calidad de vida desde todos los puntos de vista posibles.
Además de las conocidas drogas ilícitas, existen otras que parecen ser menos ofensivas, e incluso muchas veces se justifica su consumo esporádico.
Absolutamente todas las drogas son nocivas para la salud, así como ciertos tipos de estimulantes concentrados.
Sin dar marcas comerciales, todos podemos pensar en ciertas bebidas energizantes que son comercializadas prácticamente en cada esquina.
Esta estimulación no es natural y puede perjudicar seriamente el sistema neuronal.
Conoce en este artículo más consecuencias de las drogas sobre la salud.
6-No automedicarse
Parece una práctica inofensiva, pero te sorprendería conocer del daño que significa para la salud tomar, por ejemplo, antibióticos no prescritos o una cantidad excesiva de analgésicos.
Cuando te automedicas puedes cometer muchos errores, simplemente por falta de conocimiento, y estos errores sin duda pueden tener efectos nocivos sobre tu salud.
Por lo tanto, lo mejor es sencillamente consultar al médico y seguir su consejo en todo lo referente a la medicación.
7-Hacer consultas y análisis clínicos periódicamente
Cada “maestro tiene su libro” y cada médico puede tener su pauta de controles, pero independientemente de ello, la única forma de saber cómo está tu organismo es mediante análisis y revisión médica.
Es necesario que te realices análisis clínicos y revisiones médicas periódicas para determinar cuál es tu estado de salud física actual, detectar cualquier problema precozmente y adaptar tus hábitos según sea necesario.
Estos controles también pueden ayudar a determinar qué tipo de dieta debes llevar así como la actividad física que puedes hacer.
No debes olvidar el aspecto odontológico. Tener una buena salud bucal es fundamental para tener calidad de vida. El dentista es el otro profesional que debes incluir en tu agenda de consultas periódicas.
3 hábitos para tener buen estado de salud mental
8-Realiza actividades recreativas
Es una de las reglas de oro y está probado científicamente; tener como hobbie una actividad que te guste es clave a la hora de sentirte bien.
El placer no solo se genera por la actividad en si misma sino que además te permitirá ampliar tus relaciones y habilidades sociales, lo que también es importante para tener una buena calidad de vida.
Otro efecto de hacer una actividad es que generalmente la podemos asociar a un progreso. Por naturaleza humana a todos nos causa un gran bienestar sentir que progresamos en algo.
9-Alimenta tu mente
“No solo de pan vive el hombre” y es muy cierto.
Tener una actividad que implique cierto grado de responsabilidad es muy importante. Ya no se trata de practicarla cuando tengamos ganas sino que debemos hacerlo en cierto tiempo y forma.
Pensar en actividades que impliquen un desafío o cierto nivel de dificultad es muy recomendable. De esa forma sientes que hay un objetivo por cumplir y para alcanzarlo pondrás en práctica los valores y virtudes que todos tenemos.
10-No subestimes ningún sentimiento negativo por tiempo prolongado
Las enfermedades mentales o cierto tipo de trastornos psicológicos suelen ser más difíciles de detectar que los estrictamente orgánicos.
A veces un sentimiento de tristeza puede camuflar lo que en realidad es una depresión o un ataque de pánico puede confundirse con un gran temor.
Si estás teniendo sensaciones negativas que no te permiten disfrutar de las actividades que antes te causaban placer, si estas sensaciones se han instalado desde hace un tiempo y no desaparecen, entonces no dudes en consultar a un profesional.
Si pones en práctica estos consejos y hábitos, además de una actitud positiva y proactiva en todos los aspectos, seguramente llevarás una vida saludable y feliz.
Fuente: www.lifeder.com