Los productores tendrán acceso a una aplicación gratuita para gestionar su ganado desde un teléfono, utilizando la información generada por los dispositivos electrónicos.
El Gobierno Nacional puso en marcha el plan para reemplazar el sistema de trazabilidad analógica que se utiliza en el ganado y dará paso a la caravana electrónica.
Con la Resolución 71/2024, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación creó el Sistema Nacional de Trazabilidad Individual Electrónica para bovinos, bubalinos y cérvidos, y comenzará a aplicarse de manera gradual a partir de 2025 para llegar a julio de 2026 cuando será completamente obligatorio.
La caravana electrónica apunta a fortalecer el perfil exportador del sector ganadero garantizando la trazabilidad de los animales, desde el nacimiento hasta el procesamiento en la industria frigorífica.
“Es un hecho, el gobierno ya lo hizo oficial, se viene la caravana electrónica desde el año entrante y va a ser obligatorio para todos los productores desde julio de 2026″, confirmó Roberto Ríos, director provincial de Ganadería.
“Esta caravana electrónica es muy buena porque el productor va a poder cargarle todos los datos, desde cuando nació el ternero hasta las vacunas que le colocó, entre otros tantos datos. Con esto se controla la trazabilidad del animal y también se combate el mercado en negro. No es lo mismo vender un ternero del que se puede saber hasta el día que nació y todas las vacunas que tiene, a uno que no se sabe de donde proviene”, agregó el funcionario.
Según la información que suministró la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca nacional, la implementación del nuevo sistema será gradual, y se aplicará a partir de cada deteste o movimiento de terneros. El operativo iniciará el 1 de marzo de 2025 y se extenderá hasta junio de 2026. El uso del sistema será obligatorio para todos los productores del país a partir del 1 de julio de 2026.
Los productores tendrán acceso a una aplicación gratuita para gestionar su ganado desde un teléfono, utilizando la información generada por los dispositivos electrónicos.
Este sistema ya está en funcionamiento en países como Uruguay y Australia, mientras que Paraguay y el estado de Pará, en Brasil, planean implementarlo en 2025.
Con la trazabilidad electrónica, buscan mejorar la posición de la cadena de ganados y carnes en los mercados como la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y Arabia Saudita, al tiempo que le proporciona al productor una herramienta más eficiente para la gestión del rodeo.
Hasta ahora, la identificación de los animales se realiza mediante un sistema de caravana numérica, obligatorio desde 2006, mientras que la identificación electrónica ha sido voluntaria. Se calcula que solo el 15% o 20% del ganado en el país tiene el dispositivo.
Con la introducción gradual del nuevo sistema, la tarea del productor se simplificará al contar con datos precisos y de fácil acceso, mejorando la gestión y minimizando errores asociados a los métodos manuales.
Además, la trazabilidad electrónica facilitará el seguimiento de tratamientos sanitarios y permitirá una respuesta rápida ante posibles brotes sanitarios. La información obtenida también podría flexibilizar los requisitos de vacunación en el futuro.
Agustín Fernández, presidente de la específica de Ganadería de la Cámara de Alvear consideró que la implementación de la caravana electrónica “es un avance importante en el sector por todo lo que te permite hacer en cuanto a registro de cada animal. No es solamente una formalidad, porque el productor que explote al máximo esa tecnología, tendrá muchas ventajas en cuanto a la trazabilidad ya que te permite hacer una lectura mucho más rápida del animal y llevar un registro de datos que es mucho más sencillo. Esta tecnología es la que utilizan las cabañas”, comentó.
La única incertidumbre que tiene el ganadero es que el nuevo sistema “no sea meramente algo burocrático, como ya nos sucedió en otro momento”, dijo.
Según Fernández, ya hay productores que utilizan la caravana electrónica “y están muy satisfechos”, y cree que el sistema será aceptado sin mayores problemas, más allá de que “seguramente habrá algunos por ahí más reticentes a la tecnología”.
Por su parte, Eduardo López, presidente de la específica de Ganadería de la Cámara de San Rafael aseguró que “la caravana electrónica para mí es buena y nos permite otros beneficios, podemos rastrear el animal más fácil, si baja a tomar agua, si comes o no, podemos llevar un control de sanidad e inclusive hay dispositivos que te permiten ver cuánto va ganando el animal en kilos”.
“Es mucho mejor este sistema y como va a ser ley pareja, no es rigurosa. Puede haber gente que se resista, pero es algo que siempre pasa cuando se dan cambios, pero en líneas generales, hay buena predisposición en el sector”, sostuvo López.
El único temor que manifestó el ganadero sanrafaelino es “que sucede cuando el animal pierde la caravana, algo que suele sucede en nuestros campos, ya que al andar por el monte el animal se la enganchan y arrancan”.
El costo para el productor
La migración de la caravana tradicional, que solamente cuenta con el número de identificación del animal, al uso de dispositivos electrónicos, no solo implicará dar un salto tecnológico sino también un cambio rotundo en los costos.
La información oficial indica que en la primera etapa, el Estado Nacional realizará la compra de las caravanas electrónicas (con fondos provenientes de organismos internacionales) y las entregará hasta cubrir todo el stock ganadero del país, sin costo alguno para los productores.
El proceso de distribución de los dispositivos electrónicos será similar al de las caravanas actuales, sin cambios en los métodos de entrega.
“Estiman comprar unas 15.000.000 de caravanas para iniciar con el programa”, dijo Roberto Ríos.
Pero una vez puesto en marcha el sistema, la adquisición de las caravanas correrá por cuenta de los ganaderos.
A precios de hoy, una caravana tradicional (el botón de identificación numérico) oscila entre los $200 y $700 por animal, según el kit que adquiera el ganadero.
En el caso de las caravanas electrónicas, según si es el kit básico o más completo, el valor va desde los $1.700 a $2.000 por animal.
En cuanto a los bastones que se utilizan para leer la información que se encuentra en cada caravana, el productor deberá pensar en erogar, a valores actuales, entre $1.700.000 y $2.300.000 según el tipo de lector que elija.
Continuarán las marcas y señales
Roberto Ríos, director provincial de Ganadería, adelantó que las marcas a fuego y señales para identificar en los animales, no perderán vigencia.
“La marca a fuego no se la van a sacar, el puestero con solo verla ya reconoce si es su animal o no. La caravana electrónica es un agregado. Además ambas herramientas sirve para identificar un animal por ejemplo en el caso de abigeato”, afirmó.
“Esto también va a colaborar con la seguridad, porque en un movimiento de hacienda la policía puede identificar si un animal que va arriba del camión no figura en la guía de traslado o es de otro dueño”, añadió Eduardo López.
Fuente: Diario Los Andes