La Policía incrementó el número de efectivos dedicados a la respuesta de emergencia, mientras que el Gobierno duplicó el número de militares desplegados en las zonas afectadas.
El balance de víctimas mortales a causa del terremoto de magnitud 7,6 registrado el 1 de enero en el oeste de Japón ascendió a 110 mientras que 211 personas continúan desaparecidas, según confirmaron este sábado autoridades locales citadas por la agencia Kiodo.
Más temprano, las autoridades de la prefectura de Ishikawa habían informado de 94 muertos, 464 heridos y unos 222 desaparecidos.
Hasta ese momento se había confirmado la muerte de 55 personas en la ciudad de Wajima, la más afectada, cifra a la que se sumaron 23 muertos en Suzu, cinco en Nanao y Anamizu, dos en Noro y uno en Shika y Hakui, todas ellas situadas en la prefectura de Ishikawa.
Cuatro días después del sismo todavía había 14 localidades de la prefectura, entre ellas periféricas a Wajima, aisladas, mientras cerca de 30.000 evacuados de la prefectura seguían aguardando el retorno a sus hogares.
Mientras tanto, la Policía japonesa incrementó el número de efectivos dedicados a la respuesta de emergencia, de 700 a 1.100, y el Gobierno duplicó el número de militares desplegados a las zonas afectadas, hasta los 5.000 participantes, informó la agencia oficial de noticias japonesa.
El terremoto, que se ha convertido en el temblor de mayor intensidad desde que comenzaron los registros en 1885.
Según la Agencia Meteorológica de Japón (JMA, por sus siglas en inglés), tuvo su epicentro a unos 30 kilómetros al noroeste de Wajima y una profundidad de 16 kilómetros.
El movimiento telúrico desencadenó una inusual alerta de tsunami importante, aunque en la mañana del martes todos los avisos habían sido levantados.
La última de las réplicas, según Kiodo, ha sido un terremoto de magnitud 5,3 registrado este sábado por la mañana.
El nuevo sismo tuvo lugar a las 5:26 hora local de este sábado con epicentro a unos 10 kilómetros de profundidad en la península de Noto, en la citada prefectura del centro de Japón.
Tras el terremoto de magnitud 7,6 del pasado lunes con epicentro en esta misma zona, la JMA detectó en el área más de 1.030 temblores con intensidad de al menos 1 en la escala cerrada japonesa de 7 niveles, que se centra en el poder destructivo del temblor, y alertó del riesgo de que se produzcan réplicas de igual o mayor intensidad que el devastador terremoto.
Las autoridades locales no han informado por ahora de nuevos daños causados por el terremoto de este sábado, que alcanzó el nivel 5 alto en la escala nipona, ni de interrupciones adicionales en las redes de transporte ferroviario o por carretera.
Numerosas infraestructuras de este tipo continúan dañadas desde el terremoto del pasado lunes, lo que está dificultando las tareas de búsqueda y rescate de desaparecidos, así como de reparación de las vías y edificios dañados o de transporte de suministros para las personas afectadas por el desastre.
Se teme que las tareas de búsqueda y rescate se vean dificultadas por las fuertes lluvias previstas en la prefectura de Ishikawa entre la jornada del sábado y la del domingo, de hasta 30 milímetros, según previsiones de la JMA.
(Con información de Europa Press y EFE)
Fuente: Infobae