El ex primer ministro y polémica figura de la política italiana durante décadas sufría leucemia. Venía de una internación de casi un mes y medio por una pulmonía.
Silvio Berlusconi, el extravagante multimillonario y ex primer ministro italiano que una vez se describió a sí mismo como el “Jesucristo de la política”, murió en un hospital de Milán a los 86 años. La noticia fue confirmada este lunes por su oficina de prensa.
Berlusconi había sido ingresado en el centro médico de su ciudad natal el viernes último, tres semanas después de haber sido dado de alta tras una internación de 45 días a causa de una infección pulmonar provocada por el cuadro de leucemia crónica que padecía.
El legado de “El Caballero”
Controvertido desde sus orígenes como empresario de la construcción a comienzos de la década de 1970 a la vez que creador de la televisión italiana moderna, Berlusconi fue protagonista central de la política italiana en los últimos 35 años a través del partido de centroderecha que fundó en 1994, Forza Italia.
Tras haber encabezado cuatro períodos en el Ejecutivo (1994-1995; 2001-2005; 2005-2006 y 2008-2011), desde 2022 cumplía su mandato como senador tras haber sido antes eurodiputado tres años, donde fue el mayor de los 705 miembros del Parlamento continental.
“Hoy Italia llora junto a su familia”, dijo el expremier (2014-2016) Matteo Renzi al despedirlo en redes sociales, mientras que el actual vicepremier Matteo Salvini lo definió como “un gran italiano”.
Pionero entre los políticos populistas de todo el mundo que dieron el salto del fútbol a la política, Berlusconi comandó el club Milán de su ciudad natal desde 1986 y durante 31 años, en los que cosechó 29 títulos y una popularidad que fue uno de los dos pilares para el inicio de su carrera en cargos electivos antes de vender el 99.93% de la sociedad a un grupo chino en 2017 por más de 700 millones de dólares.
De vida convulsionada fuera de la política, el magnate estuvo casado en dos ocasiones: la primera con Carla dall’ Oglio, madre de Pier Silvio y Marina, y la segunda con la actriz Veronica Lario, con quien tuvo tres hijos, Bárbara, Eleonora y Luigi. Con Lario y con Francesca Pascale, una pareja posterior, estuvo involucrado en separaciones millonarias, con las que frecuentó las revistas del corazón.
Durante su paso por el poder, popularizó el término “Bunga Bunga”, tras una serie de escuchas telefónicas en las que Berlusconi hablaba de sus supuestas proezas sexuales, que derivó en una banalización de las reuniones con menores y prostitutas por las que fue investigado.
Cariñosamente apodado “Il Cavaliere” (El Caballero), su carrera estuvo marcada por una serie de escándalos políticos, financieros y personales, muchos de los cuales lo llevaron a los tribunales.
Fue juzgado por cargos que van desde evasión de impuestos y soborno hasta corrupción y tener relaciones sexuales con una prostituta menor de edad. Pero sólo se mantuvo un caso: una condena de 2012 por evasión de impuestos en un acuerdo que involucraba derechos de televisión.
Berlusconi fue expulsado del parlamento en 2013. Pero nunca se dio por vencido en la lucha, resurgió a principios de 2018 como una especie de anciano estadista abuelo, el rey de una alianza de derecha que involucra a su partido Forza Italia.
Después de que el Tribunal de Milán le otorgara la “rehabilitación” más tarde ese año, levantando efectivamente la prohibición de reingresar a la política que estaba vigente luego de su condena por fraude fiscal en 2012, anunció que se postularía para un escaño en el Parlamento Europeo.
Fue elegido en mayo de 2019, a los 83 años, y permanecía en el cargo como diputado al Parlamento Europeo en el momento de su muerte.
Con información de Télam/CNN