La medida de fuerza se llevará a cabo desde el lunes en la mañana.
Hace casi un mes que las paritarias ocupan el primer plano de la agenda en Mendoza y este viernes no fue la excepción. Las negociaciones entre los representantes del Ejecutivo provincial y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) volvieron a estancarse y el gremio llamó a un paro de 96 horas desde el lunes.
Lo confirmó el secretario general de ATE, Roberto Macho, apenas pasadas las 16. “Después de que logramos que volvieran a negociar, nos han llamado vergonzosamente el ministro de Gobierno (Víctor Ibañez), el de Hacienda (Víctor Fayad), el vicegobernador (Mario Abed) y los miembros paritarios”, disparó el referente.
Luego llamó, a partir del próximo lunes 22 de agosto, a “retener las actividades con un paro total por 96 horas y con movilizaciones en forma permanente”.
Y arengó: “A partir de las 10 de la mañana del lunes, que las 16 seccionales de Mendoza se trasladen a las rutas para reclamar en defensa de nuestra dignidad”.
Contrapunto entre los gremios y el Gobierno de Rodolfo Suarez
La subsecretaria de Gestión Pública, Beatriz Martínez, planificó un “superviernes paritario” que contó con la presencia de ministros y del experimentado vicegobernador Mario Abed adentro de la cancha.
El partido, sin embargo, viene peleado. La clave es la situación con el sindicato docente (SUTE) y ATE, los dos gremios que más empleados públicos representan. Y la meta de Gobierno es que acepten el incremento que proponen, de un 21,5% para los próximos 3 meses; con lo cual la oferta oficial supone un aumento de enero a noviembre del 72% en promedio.
Roberto Macho considera insuficiente la propuesta. “Ni siquiera nos trajeron las simulaciones, porque saben que eso significaría un aumento mínimo, de $3.560 para los trabajadores a partir de septiembre. Un par de kilos de pan. Nosotros rechazamos eso”, dijo el titular de los estatales.
El gremialista se quejó también de que, a su criterio, “el gobierno provincial no está dispuesto a pasar a planta a los compañeros que lo están exigiendo, ni planteó el cambio de régimen de los licenciados en enfermería”.
Y agregó: “Por otro lado, es una decisión política no entregar parte de la recaudación de $40.000 millones que tienen para mejorar salarios de los trabajadores que están pasando hambre. Ellos prefieren destinar esa plata para pagar la deuda que contrajo (Alfredo) Cornejo”.
El rechazo de ATE añade temperatura a unas negociaciones donde SUTE mantiene en suspenso un nuevo paro. El Gobierno replica que está ofreciendo un 3,5% más de lo que rechazaron los gremios hace algunas semanas, y apostará probablemente a que los líderes de las organizaciones bajen la propuesta a las bases.
Fuente: Diario Uno