Los chicos que asisten al programa reciben clases de natación, danzas, música, pintura, juegos deportivos.
Los niños y adolescentes que participaron de la temporada 2020 de este programa socioeducativo -que comenzó el pasado 27 de enero y culminará el próximo 14 de febrero- expusieron los conocimientos adquiridos, este jueves por la mañana en el Centro Regional Universitario Tupungato.
“Educar en Vendimia” es una iniciativa de gestión conjunta público-privada del Gobierno Nacional, Provincial, Municipio de Tupungato y las empresas como Bodega: Chandon, Catena Zapata y Viña Doña Paula.
En esta oportunidad participaron de este espacio de contención 61 niños, niñas, adolescentes -entre 1 y 15 años- provenientes de los distritos de Gualtallary, Villa Bastías y Cordón del Plata; quienes disfrutaron y aprendieron, mientras los adultos a su cargo trabajaban en la cosecha de uvas.
El principal objetivo del programa es erradicar el trabajo infantil en las fincas tupungatinas mediante diversos talleres propuestos, promover en los chicos la cultura del esfuerzo.
En el año 2005 la Bodega Chandon, comprometida con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), tuvo la iniciativa de financiar actividades deportivas y artísticas destinadas a niños y jóvenes provenientes de familias cosechadoras; posteriormente se incorporaron al proyecto otras firmas privadas.
Al mismo tiempo, el Municipio de Tupungato, se sumó a esta tarea solidaria, aportando instalaciones y servicios profesionales de las Direcciones de: Educación, Deportes y Recreación, Gestión y Desarrollo Cultural.
El Ingeniero Mario Sonzogni, representante de Chandon, estuvo presente en la muestra realizada este jueves y se refirió a la idea que más empresas colaboren con este tipo de iniciativas, “Podemos competir por la góndola, por la tierra, por el mercado pero en lo que es relación con la comunidad somos socios, nos tenemos que sinergizar y de esa manera esperamos que bodegas, no bodegas, productores, lo que fuera, participen con la misma intensidad que lo hacemos nosotros, porque esto en definitiva es un beneficio para la comunidad y especialmente para los chicos”.
“Es un programa altamente positivo, la verdad que venimos trabajando muy bien, fideliza mucho a los chicos a punto tal que quienes lo organizan desde la parte empresarial siempre me lo dicen que los mismos niños impulsan a sus papás a ir a trabajar con estas empresas, para poder ellos tener esta posibilidad”, aseveró sobre este trabajo el Intendente tupungatino, Gustavo Soto.
Los chicos que asisten al programa reciben clases de natación, danzas, música, pintura, juegos deportivos, entre otros; dictados por talleristas y docentes comprometidos en enseñarles no sólo nuevas actividades, sino valores que sustenten sus vidas, promoviendo el estudio y las buenas relaciones sociales con sus pares.
“Educar en Vendimia” también contempla fomentar en los niños y jóvenes, una alimentación saludable brindándoles desayunos, refrigerios y almuerzos propicios. Este año la compañía Eco de Los Andes brindó apoyo al programa colaborando con la hidratación de los beneficiados.
El programa articulado entre ámbito público y privado, es parte de una importante lucha mundial como es la abolición efectiva del trabajo infantil. Mediante “Educar en Vendimia” se brinda a los chicos la posibilidad de pasar momentos felices y aprender nuevas actividades durante sus vacaciones, destinando su tiempo a ser niños y jóvenes, acompañando el desarrollo de sus cuerpos y mentes, sin obligaciones de afrontar largas jornadas de trabajo en el campo, protegiéndolos de peligros, riesgos y accidentes.
En tantos años de experiencia como Coordinadora de este programa, Claudia Crisafulli, considera que fundamentalmente los chicos que forman parte del proyecto “…se llevan la dedicación y el afecto de todo el equipo de profesores, de las personas que los acompañan, de quiénes colaboran también con todo lo que es la parte de alimentación en cada una de las instituciones donde estamos; el sentirse recibidos, esperados y que hay una propuesta para ellos. La satisfacción o la alegría de disfrutar lo que hacen. También sembramos en ellos un sentimiento de gratitud hacia su comunidad, al Departamento donde viven, a sus familias y al espacio y lugar donde sus papás trabajan”.